Peregrinos de la esperanza: las comunidades SdS en camino hacia Roma

Scritto il 24/11/2025
da Rosmary Scardera

El sábado 15 de noviembre, las comunidades de los Siervos del Sufrimiento de Chianciano, Nápoles y Roma se reunieron en la capital para vivir juntos un día de peregrinación y fraternidad. El encuentro tuvo lugar en la parroquia de Santo Tomás de Aquino, donde presta su servicio pastoral nuestro querido don Domenico Vitulli, que acogió con alegría a los cerca de cincuenta participantes.



La jornada comenzó con la celebración de la Santa Misa, presidida por don Juan Pablo. En la homilía, el sacerdote ofreció una profunda meditación sobre la figura de San Alberto Magno, santo del día, maestro de Santo Tomás de Aquino y patrón de la parroquia. El núcleo de su reflexión establecía un paralelismo entre estos dos grandes testigos: san Alberto, que iluminaba las mentes desde la cátedra, y el padre Pío, que iluminaba los corazones desde el altar. Dos caminos diferentes, pero unidos por el mismo deseo de conducir las almas hacia Dios.

Al terminar la misa, el grupo subió a un autobús con destino a la basílica de Santa Cruz de Jerusalén. Durante el trayecto, don Juan Pablo dirigió un momento de meditación sobre la esperanza, tomando como inspiración las palabras del Padre Pío. Era una invitación a vivir conscientemente la peregrinación y a recordar que atravesar la Puerta Santa no es un gesto formal, sino el paso dado por verdaderos «peregrinos de la esperanza».

Al llegar a Santa Croce, continuaron a pie hasta la basílica de San Juan de Letrán. Antes de entrar, el grupo se reunió para rezar el rosario y prepararse interiormente para el encuentro con la gracia que el Espíritu Santo concede a quienes cruzan la Puerta Santa con el corazón abierto.



Una vez dentro de la basílica, el diácono SdS Teodoro Mandato guió el momento de oración, ayudando a los presentes a vivir un tiempo de silencio, adoración y agradecimiento. Fue un momento intenso y lleno de significado para todos los peregrinos.

Una vez concluido el recorrido espiritual, el grupo regresó a la parroquia de don Domenico, donde les esperaba un almuerzo fraternal. El ambiente de convivencia, alegría y familiaridad hizo que el día fuera aún más valioso, confirmando lo hermoso que es caminar juntos bajo la mirada amorosa de Jesús y con la intercesión del Padre Pío y de nuestro Padre.

Una peregrinación sencilla, pero llena de gracia, vivida como una verdadera experiencia de comunión, fe y esperanza.